SEX APPEAL DE LA MUJER EN PUBLICIDAD

 

Actualmente la publicidad nos introduce una imagen de  mujer infravalorada y con una única misión:  seducir. El mensaje que nos intentan transmitir muchos anuncios  es el siguiente: sexo como premio por la compra de un  producto.

El uso de la imagen de la mujer en la publicidad  responde generalmente a varios arquetipos clásicos: la  mujer como objeto de deseo o reclamo consumista y su rol de  esposa, madre y ama de casa.

Hoy en día, los anuncios televisados presentan el  consumo como un sinónimo de sexualidad. De  hecho, después de haber realizado un estudio en 1998, se  ha puesto de manifiesto, que la gran mayoría de las  campañas emitidas recompensan al consumidor con la  satisfacción sexual, antes que con la amistad o la  armonía familiar.

En determinados productos, la explotación del  cuerpo femenino está más presente en la publicidad  de bebidas alcohólicas, en las campañas tabacaleras  y en las campañas de desodorantes (como pude ser la de  Axe), ya que utilizan el éxito sexual para atraer al  consumidor. Debido a la explotación del cuerpo femenino en  un anuncio de este desodorante, se obtuvieron masivas denuncias,  por lo que se vieron obligados a retirar la  campaña.

Una prueba más de que hay anuncios sexistas es  que algunos de éstos van dirigidos a las mujeres, a pesar  de que el producto o mensaje vaya dirigido a ambos. Por ejemplo,  en los anuncios de detergentes se da por hecho que tanto la  emisora como la receptora del mensaje es una mujer. Otra prueba  es la publicidad manifestada en imágenes, donde se  priorizan los atributos físicos sobre los intelectuales  dejando así a la mujer descalificada e infravalorada, por  no olvidarnos de las campañas que tienen claras  connotaciones machistas, es decir, en las que las mujeres  sólo se dedican a satisfacer las necesidades de su  familia.